El explorador del siglo XV Cristóbal Colón era un judío sefardí de Europa Occidental, según afirmaron científicos españoles, que buscan resolver un misterio de hace siglos.
Una investigación de más de 20 años reveló en un polémico documental emitido en Televisión Española, "Colón ADN: su verdadero origen", dirigido por el periodista Regis Francisco López (Story Producciones) que Cristóbal Colón no era genovés, sino judío converso del Mediterráneo. Aunque quedan muchas dudas por resolver.
El trabajo, que recoge la investigación que el catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, emprendió en el 2003 junto al historiador Marcial Castro, responde, desde luego, a las expectativas que había generado.
El origen de Cristóbal Colón siempre fue un misterio. Su lugar de nacimiento causó cientos de controversias entre los estudiosos fue muy discutido. por algunos estudiosos que sostenían que provenía de Génova (Italia), aunque otros sugerían España, Portugal, Grecia o las Islas Británicas como posibles lugares de nacimiento. A pesar de las múltiples teorías nacidas a lo largo de la historia, siempre se aceptó que el descubridor de América procedía de la ciudad italiana de Génova.
Pero esta teoría ahora fue descartada. Recientes estudios promueven la teoría sobre que el explorador Cristóbal Colón, era en realidad un judío sefardí, de Europa Occidental. Tales afirmaciones podrían invalidar creencias largamente aceptadas, sobre la identidad del explorador como genovés de la península itálica.
El documental desgrana primero cómo se llevaron a cabo los análisis genéticos para determinar que los huesos enterrados en la Catedral de Sevilla son los de Cristóbal Colón. Después, invalida de una en una todas las hipótesis sobre el origen del descubridor de América, incluida la de su nacimiento en Génova. Esta última es la que históricamente se considera más aceptada. De ese modo, deja como única opción que fuese un español sefardí. Posiblemente valenciano.
La investigación fue posible gracias a que los forenses actuantes que confirmaron que los restos en la catedral de Sevilla, España, pertenecían a Cristóbal Colón. El ADN fue confirmado como auténtico por las comparaciones con el de su hijo, Hernando Colón. Sin embargo, también se descubrió que aquel que era considerado como su hermano, Diego Colón, no era tal, sino un primo segundo.
Dr. José Antonio Lorente |
La investigación, dirigida por José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, con la colaboración de varias instituciones internacionales, asegura que fue reescrita la historia.
"Tanto en el cromosoma Y como en el ADN mitocondrial de la familia Colón hay rasgos compatibles con su origen judío", le explicó el genetista granadino a Albardaner en el último tramo del largometraje, después de ir desechando una teoría tras otra a lo largo de 105 minutos de un thriller periodístico e historiográfico muy bien construido por Story Producciones, la compañía que firma su realización.
Los restos de Colón
Colón murió y fue enterrado en Valladolid en 1506, pero poco más tarde fue trasladado al Monasterio de la Cartuja de Sevilla. El deseo de la familia era que descansara en las nuevas tierras que había descubierto, en concreto, en la isla de La Española, así que consiguieron llevarse los restos a la catedral de Santo Domingo.
Tumba de Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla |
En 1795 la capital dominicana pasa a manos francesas. Supuestamente, los españoles habrían trasladado sus restos a la catedral de La Habana.
Tras la independencia de Cuba en 1898, volvieron a movilizar los despojos, cruzando por última vez el Atlántico para depositarlos en una tumba monumental en la catedral de Sevilla.
Sin embargo, en República Dominicana al realizar unas obras en la catedral en 1877, apareció una caja de plomo conteniendo pequeños fragmentos de huesos y con la inscripción "Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón".
Rápidamente las autoridades dominicanas interpretaron que parte de Colón había quedado en sus tierras, así que pasaron a construirle su monumento, mientras reclamaban que los restos del navegante eran los suyos. La disputa entre Santo Domingo y Sevilla aún se mantiene.
Mausoleo de Cristóbal Colón en República Dominicana |
En realidad pareciera que las dos partes tienen razón. En Santo Domingo el cadáver identificado como Cristóbal Colón está incompleto y en Sevilla sólo se conservaban un poco más de 200 gramos de hueso. Por eso, algunos historiadores sostienen que solo fueron trasladados a La Habana una parte de los restos del almirante. Las tumbas se encontraban en mal estado y es posible que los rescatistas no tuvieran mucho cuidado. Hasta ahora, las autoridades dominicanas nunca dieron permiso para realizar un análisis de ADN de los restos.
En España se realizó. Ya en 2003, la investigación de José Antonio Lorente llegó a la conclusión de que los restos conservados en Sevilla pertenecían al descubridor de América. Sin embargo, la exigua cantidad de hueso conservado impedía ir más allá en las averiguaciones. Realizar los análisis de ADN implica destruir la muestra, así que no se podían permitir ese lujo. Con respecto a los enterramientos, casi todas las hipótesis seguían abiertas: es posible que el resto del cuerpo esté en Santo Domingo o que los españoles se lo llevasen entero y se perdiera después en los traslados.
Nuevas investigaciones
Secuenciación de ADN |
La investigación, estancada desde hace casi dos décadas, se retomó gracias a los avances que permiten estudiar el ADN antiguo.
"La revolución tecnológica de la biología molecular se produjo a partir de 2010, cuando se secuenció el primer ADN antiguo humano", explica en declaraciones a El Confidencial Cristina Valdiosera Morales, arqueóloga molecular de la Universidad de Burgos. Esta experta está iniciando un proyecto de investigación sobre el mestizaje que vivió México a partir de la conquista española del siglo XVI, muy poco después de la llegada de Colón.
"Antes, solo teníamos el ADN mitocondrial, que se hereda de la madre, pero ahora podemos secuenciar el ADN nuclear y eso te habla de la ascendencia genética por vía materna y paterna, con lo cual, puedes obtener una reconstrucción más precisa", añade.
Las teorías de su procedencia
El documental abordó las diferentes teorías sobre la procedencia de Colón: su nacimiento en Génova o su origen portugués, gallego, castellano, catalán o navarro.
José Antonio Lorente dijo que confirmaron las teorías anteriores sobre que los restos de la catedral de Sevilla, pertenecían a Colón. Durante más de dos décadas, el equipo de Lorente realizó distintas pruebas, entre ellas de ADN con posibles ascendentes y descendientes hasta dar con la que mayores coincidencias aportaba: era judío y nació en la costa mediterránea de España. "Los resultados son casi absolutamente fiables", dijo el científico.
Dr. Francesc Albardaner |
También el expresidente del Centre d’Estudios Colombins de Barcelona, Francesc Albardaner el abanderado de la teoría judía sobre el origen del descubridor del Nuevo Mundo, avaló el proceso. Él sostenía que se trataba de un almirante judío y que la teoría genovesa era falsa por la inexistencia de comunidades judías en la ciudad italiana.
Además Los estudios impulsados por el historiador Marcial Castro a principios de este siglo da la razón a la teoría de Francesc Albardaner sobre el origen judío de Colón, que sólo se expresaba en castellano. Además, niega también que Diego y Cristóbal Colón eran hermanos.
Albardaner expone entonces su hipótesis: "Colón era un judío sefardita, siguiendo las tradiciones y costumbres judías. Tuvo maestros judíos que le enseñaron la religión judía, pero, eso sí, en la esfera pública, aparentemente, era cristiano". Y remacha: "Según mi teoría, nace en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía de tejedores de seda".
El navegante, en definitiva, pudo pertenecer a la comunidad sefardí, los judíos asentados en la península Ibérica. Una población que al momento de su expulsión, ordenada por los reyes católicos precisamente en 1492, sumaba unas doscientas mil almas. La propia revelación, en el clímax del documental, se rodeó de un profundo tinte dramático, puesto que al defensor de esta teoría, Albardaner, que la ciencia encumbra entre las ocho que el doctor Lorente desmenuzó, se le acababa de diagnosticar una gravísima leucemia.
El catedrático granadino avanzó un paso más, que refuerza la adscripción geográfica del almirante «al Mediterráneo occidental», aunque no la concreta. Suficiente, en cualquier caso, para socavar la tesis oficialmente aceptada acerca del nacimiento de Colón en Génova. Albardaner se encargó de darle la puntilla:
"De ninguna manera un Colón judío podía ser genovés, puesto que los judíos fueron expulsados de Génova a partir del siglo XII, y únicamente podían permanecer en su territorio tres días para hacer negocios".
El documental sostiene que esta conclusión explica, además, tanto la necesidad imperiosa que el navegante sentía por la ocultación de sus raíces como la facilidad con la que accedió a Fernando e Isabel: la comunidad de judíos conversos, muy cercanos a los monarcas, como el duque de Medinaceli y el prestamista Luis de Santángel, gran valedor de Colón, "que naturalmente se ayudaban y protegían entre ellos".
Huesos de Cristóbal Colón, ya limpiados, en 2003. |
Voces en contra
Los especialistas critican la ausencia de pruebas científicas en el documental y aseguran que el forense no ha publicado ningún análisis desde la exhumación de la supuesta tumba del navegante en 2003.
El genetista Antonio Alonso, que dirigió el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses hasta enero, fue contundente:
"Desgraciadamente, desde el ámbito científico no se puede hacer valoración alguna tras el visionado del documental, ya que no se ofrece un mínimo dato de lo analizado. Mi conclusión es que el documental Colón ADN no muestra en ningún momento el ADN de Colón y los científicos no sabemos qué análisis se han hecho".
El antropólogo forense Miguel Botella, también de la Universidad de Granada, recuerda con humor aquel día de 2003 en el que esperó a que abriesen la caja donde se conservaban los supuestos huesos de Cristóbal Colón en su enterramiento en la Catedral de Sevilla, donde reposaba desde 1899.
"Todo el mundo esperaba que saliera Colón diciendo Hola¡!, pero sólo había 150 gramos de hueso en fragmentos”, explica. El más grande no superaba los cuatro centímetros.
Botella analizó el amasijo de huesos durante seis días con escáneres láser. Solo pudo asegurar que todos los restos pertenecían a la misma persona: un hombre de entre 50 y 70 años, más próximo a los 60, y que había una marca que indicaba que había sido descarnado.
"Supongo que cuando lo trasladaron de Valladolid a Sevilla", explica, en referencia a uno de los numerosos periplos de los restos, que viajaron desde Valladolid, donde falleció en 1506, hasta Sevilla tres años después, a la ciudad caribeña de Santo Domingo en 1544, a La Habana (Cuba) en 1795 y de vuelta a Sevilla en 1899.
Tras la exhumación de 2003, no se pudo extraer ADN de los huesos, aseguró el antropólogo forense Miguel Botella. Afirmando que dejó de colaborar con el equipo responsable de la investigación, tras aquellos primeros análisis.
Lorente expresó entonces que iba a analizar el ADN de tres miembros de la familia de Colón con la ayuda de prestigiosos genetistas, como Ángel Carracedo, de la Universidad de Santiago de Compostela; y Mark Stoneking, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania). Carracedo recuerda que el ADN que le llegó a él estaba tremendamente degradado y posteriormente se desvinculó del proyecto.
Asegura que no opinará de los nuevos resultados de Lorente hasta que exista un estudio científico serio publicado en una revista especializada. La respuesta del genetista del Instituto Max Planck fue similar: "Lo siento, mi grupo dejó de trabajar en esto en 2005, no conociendo resultados más recientes".
"El documental afirma que Cristóbal Colón era un judío sefardí originario del Levante español. Esta hipótesis resulta, como mínimo, sorprendente: no existe un cromosoma Y que pueda definirse de manera exclusiva como judío-sefardí", argumenta Antonio Salas quién dirige el grupo Genética de Poblaciones en Biomedicina en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela.
Estudio de ADN
El catedrático Lorente de Granada defiende su decisión de no publicar datos desde hace más de 20 años.
"El estudio sobre Cristóbal Colón y su familia fue considerado siempre como una unidad, como algo conjunto e inseparable, por parte de nuestra universidad, hasta que no esté finalizada la investigación no se publicará nada", aseguró al diario EL PAÍS de España.
En los últimos años, la posibilidad de hacerle preguntas al ADN antiguo a partir de restos de huesos, dientes o pelo humanos está cambiando la historia. "Ha dado un vuelco tremendo a la forma en que nos aproximamos a los estudios del pasado", afirma Cristina Valdiosera. "En unos casos, aporta información nueva; y, en otros, ofrece la confirmación de teorías históricas", añade. En la mayoría de los casos, se trata de estudios poblacionales que revelan movimientos prehistóricos e históricos, como el estudio del mestizaje entre los antiguos pobladores de México y España que estudia esta investigadora.
El ADN de Colón no es nada sin su historia
Si explica que lo poco que se pudo obtener de los restos, no fueron suficientes para realizar la cantidad de análisis deseados. En cambio, los restos del hijo ilegítimo del almirante, Hernando Colón, estaban muy bien conservados en el interior de una tumba que nunca fue abierta. Eso no deja lugar a dudas sobre su identidad. Y dado que era el hijo de Cristóbal, su ADN, mucho mejor conservado, sirve para resolver algunos de los misterios sobre su padre.
Tras la publicación del documental sobre el ADN de Colón, muchos historiadores se quejaron por la falta de rigor histórico. Se reduce todo al material genético, sin tener en cuenta lo que tantísimos historiadores estudiaron en los últimos siglos. Esta es una investigación que debe realizarse en paralelo a la investigación histórica, pero no se ha hecho adecuadamente.
"Al principio participaron en el proyecto dos grandísimas historiadoras, especialistas en este tema: Guadalupe Chocano y Anunciada Colón de Carvajal", recuerda el antropólogo forense consultado por Hipertextual. "Formaron parte importante del estudio histórico, pero en el documental no salen porque abandonaron la investigación".
Pero ellas no fueron las únicas que la abandonaron. También lo hicieron otros genetistas y el propio Miguel Botella. "Faltaba el rigor y era mejor no estar, me alegro de no figurar para nada en ese documental".
A juicio del catedrático Lorente, Colón ADN, dirigida por el periodista Regis Francisco López (Story Producciones), "no es un documental científico, sino una película" basada en sus estudios. Los resultados científicos, sostiene, se presentarán en una rueda de prensa probablemente a finales del mes de noviembre de 2024. Hasta entonces, Lorente afirma que no hará declaraciones.
La tumba de Hernando Colón nunca se había abierto. |
Castellano en todas sus cartas que se conservan
Entre otras pruebas esgrimidas por la investigación se encuentra el uso del idioma castellano por parte de Colón en todas las cartas que se conservan y en las que nunca se aprecia ni una sola influencia o palabra italiana. Incluso escribía en castellano las cartas que remitía a un banco de Génova o a otros destinatarios italianos, lo cual no tiene mucho sentido si hubiera sido italiano.
Si bien el ADN de Cristóbal Colón es parcial, fue confirmado por el de su hijo Hernando Colón, mientras que las pruebas practicadas a los restos de Diego Colón, hasta ahora considerado el hermano del almirante, han confirmado que no era tal, sino un familiar de quinto o sexto grado.
Las pruebas de ADN no pueden, por ejemplo, decir si una persona es judía. En cambio, sí pueden indicar que los genes de una persona están relacionados con personas que vivieron en una determinada región y de las que se sabía que eran judías por otras fuentes históricas.
Curiosidades:
- Colón es el apellido que se daba en Italia a los niños abandonados.
- El descubridor de América nunca escribió en italiano o en genovés.
- Colón pudo ocultar su origen porque en ese momento los judíos estaban sufriendo la persecución más grande desde que se habían asentado en la península Ibérica.