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El Papa dueño de un burdel


No todos los Papas de la Iglesia Católica fueron modelos ejemplares. Algunos se ganaron una reputación basada en su comportamiento contrario a los principios que proponía su institución. Entre ellos se lleva la palma Octaviano de Túsculo, más conocido como Juan XII, el Papa número 130 de la Iglesia que estuvo en su cargo desde 955 a 964.


El Pontificado de Juan XII es considerado el más nefasto de la Iglesia Católica. El Papa "fornicador" apodo con el que pasó a la Historia, le vino porque se decía que en su residencia pontificia de Letrán era habitual ver a prostitutas, eunucos, y esclavos con los que organizaba orgías salvajes y escandalosas. Tal fue su fama que sería acusado de incesto, homicidios, y sacrilegios sin cuentos.


Nació se cree que en el año 939 en Roma. Fue conocido, entre otros aspectos, como el "Papa niño" por ser elegido cuando sólo tenía diecisiete años.


Durante su pontificado, uno de los periodos más oscuros del papado, consiguió la ayuda de Otón I, rey de Alemania, contra Berenguer II, rey de Italia, que había ocupado los territorios papales. Nada más tomar posesión de su supremo cargo eclesiástico enajenó gran parte del tesoro pontificio para atender sus deudas de juego y continuar su escandalosa vida.


Alberico II de Espoleto "el más joven", después de la caída de su madre, Marozia (932), fue gobernante absoluto en Roma. Antes de su muerte impuso un juramento (954) a los nobles romanos en San Pedro, para que en la próxima vacancia de la sede papal su hijo Octavio, fuera elegido papa.


La llegada al puesto fue polémica, por ser hijo ilegítimo de Alberico II e impuesto por deseo expreso de este para suceder el papado, tras la muerte del Papa Agapito II; cuando tenía sólo diecisiete años y ninguna formación ni experiencia religiosa. Sin embargo, la explosión sexual de Juan llegó al morir su padre, el poderoso Alvarico II porque, en realidad, llegó a tener en sus manos el Poder eclesiástico y el Poder político, lo cual acabó volviéndole loco.


Fue el primer Papa que cambió de nombre, pues antes de su elección se llamaba Octaviano de Tusculo. La autoridad temporal y espiritual en Roma fue así de nuevo unificada en una sola persona – un hombre inmoral, ordinario, cuya vida fue tal que del palacio Lateranense se hablaba como de un burdel, y la corrupción moral en Roma llegó a ser objeto de repudio general.


Al poco tiempo de ser Papa quiso visitar a su abuela, la poderosa Marozzia, la que fuera hija del Papa Juan X, amante del Papa Sergio III y madre del Papa Juan XI, que su otro hijo Alvarico II, a su vez Padre de Juan XII, la tenía encerrada-presa primero en el Castillo de Sant Angelo y más tarde en el Monasterio de Corsaurum y que fue en el transcurso de la visita cuando tuvo relaciones sexuales con su abuela, que para entonces tenía ya 52 años, pero aun así se conservaba atractiva y sobre todo ambiciosa, y creyó que conquistando al Papa podría recuperar el Poder y vengarse de su hijo Alvarico.


Cuando ya muerto su padre Alvarico y desmelenado en sus vicios, hizo obispo a un joven de 12 años, a quien antes había sodomizado en el establo del Castillo… y así una barbaridad detrás de otra. Pero antes de seguir su camino de vicios y delitos conviene repasar sus orígenes familiares y políticos. El niño Octaviano de Túsculo (cambió su nombre de pila por el de Juan al ser elegido Papa) vino al mundo en abril del año 937, en el seno de la familia Spoleto y era hijo de Alvarico II y de Hilda de Italia, y por tanto, hermanastro de Juan XII, nieto de Marizzia y bisnieto de Teodora, la amante de Juan X y luego de Sergio III e iniciadora de la "Pornocracia".


Su pontificado siempre es marcado como uno de los peores en la historia de la Iglesia. Tuvo que huir de Roma y depuesto de su cargo acusado de vicios y pecados, entre ellos el incesto, el homicidio y el sacrilegio. Muchos historiadores han puesto en duda estas acusaciones considerándolas propaganda, pero otros las defienden y han mantenido una especie de leyenda negra que ha hecho que a Juan XII se le conozca como "el Papa fornicario".


Ese apodo se le puso porque decían que en su residencia pontificia de Letrán era habitual ver a prostitutas, eunucos y esclavos con los que organizaba orgías y fiestas varias. Ni siquiera se preocupaba de ocultarlo, por lo que se le acusó de sacrilegio y los crímenes antes citados.


Durante todo su papado, dominó Roma ayudado por una pandilla de asesinos a sueldo y convirtió el palacio pontificio, en palabras de sus enemigos, "en un burdel repleto de sus muchas amantes". Se comprobó que violaba a las peregrinas en el propio templo de San Pedro. 


Los Estados Eclesiásticos fueron ocupados por el rey Berengario II de Italia, junto a su hijo Adalberto muy poderosos en el norte de Italia; pero recibió los socorros de Otón I rey de Germania, quien entonces apareció en Roma a la cabeza de un poderoso ejército. Berengario, sin embargo, no se arriesgó a un encuentro, sino que se retiró a su castillo fortificado. 


El 31 de Enero de 962, Otto llegó a Roma. Tomó un juramento para reconocer a Juan como papa y gobernante de Roma; a no publicar decretos sin el consentimiento del papa; y, en caso de entregar su mando en Italia a cualquier otro, exigir de tal persona un juramento para defender hasta el extremo de sus capacidades al papa y al patrimonio de San Pedro. El papa, por su parte, juró guardar fidelidad a Otto y no realizar alianza alguna con Berengario y Adalberto. El día 2 de Febrero de 962, Otto fue coronado emperador por el Papa.


El Papa obtuvo de Otón I el título de rey de Italia y el famoso privilegio Pactum Ottonianum, por el cual la Iglesia romana pudo conservar y ampliar las donaciones carolingias, pero también hubo de acceder a que fueran restablecidos los derechos expresados en la Constitutio de Lotario I relativos a la elección papal. En el mismo año el emperador regresó a Roma, en vista de que el Papa incumpliendo el pacto, se había aliado con su enemigo Adalberto e iniciado relaciones de alta traición, pero el Papa Juan XII había escapado. 


Irritado el Emperador Otón, un año después, convocó un sínodo que depuso a Juan XII y eligió a León VIII como Papa. Cuando Otón salió para Alemania, Juan XII logró reunir un ejército con el que retornó para vengarse de los partidarios del nuevo papa, por lo que León VIII, dejó Roma salvando su vida.


Antes de que el emperador volviese a Roma se produjo la muerte del Papa Juan XII (964), “qui totam vitam in adulterio et vanitate duxit” (L. P., II, 246-249). Añadamos que entonces en Roma, sin contar con Otón I, fue elegido papa Benedicto V, pero que el emperador acudió al punto y la situación se despejó por la abdicación del papa legítimo Benedicto V. Poco después, empero, moría León VIII, y era elegido Juan XIII.


El fallecimiento de Papa Juan XII según sus biógrafos, fue un verdadero escándalo, el más escandaloso de todos los muchos que a lo largo de los siglos se produjeron en el Vaticano y tuvo varias versiones. La más extendida fue que el 14 de mayo de 964 fue sorprendido in fraganti por el marido de la dama con quien yacía en el lecho. El indignado esposo, sin atender a tiaras ni purpúreas santidades, la emprendió a martillazos con el pontífice, propinándole tal paliza que murió tres días después por los daños recibidos. La otra versión tampoco es mucho más benévola, ya que asegura que murió de apoplejía en pleno acto sexual.