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Águila de sangre



Los vikingos se ganaron con creces su fama de pueblo feroz y belicoso. Durante varios siglos sembraron el caos por Europa y se labraron una temible reputación con sus sangrientas prácticas. Pero hay una práctica de los vikingos que era tan aterradora que incluso los historiadores han dudado de su veracidad. Sin embargo, unos científicos han decidido dejar de lado los dimes y diretes de los historiadores para responder una pregunta más básica:¿era posible anatómicamente hacer algo semejante?

¿El Águila Sangrienta fue real o sólo forma parte de la leyenda?

El famoso ritual vikingo de tortura "águila de sangre" o bloðorn en nórdico antiguo, fue durante décadas catalogado por los científicos como una leyenda. Sin embargo, un estudio reciente revela que el sangriento rito es posible y probablemente fue realizado por los guerreros nórdicos.

La práctica en cuestión se conoce como "águila de sangre". En la serie Vikings o en el video - juego Assassins Creed: Valhalla, es mostrado como una práctica habitual y aterradora. Se trataba de una sangrienta tortura que funcionaba como método de ejecución. A todos los que les aplicaban este suplicio morían inevitablemente. 

El ritual del Águila de Sangre comenzaba con la inmovilización de la víctima, quién era amarrada bocabajo. Entonces se realizaba un corte en la espalda a lo largo de la columna vertebral. O dos incisiones, una a cada lado de la columna. A partir de ahí se rompen y se sacan las costillas, una por una, utilizando un hacha. Finalmente, se extraen los pulmones del torso para dejarlos colgando sobre la espalda, como si fueran alas.

Algunas versiones apuntan que en realidad se esculpía la silueta de unas alas en la carne de la espalda, y después se aplicaba sal en las heridas. Otra versión señala que se utilizaban los intestinos para formar las alas.


El ritual en la historia



En una sociedad en la que la escritura era casi una anécdota, no han llegado pruebas irrefutables de la existencia de este tipo de tortura vikinga. En su lugar, las sagas contienen posibles referencias al Águila de Sangre.


Hemos de tener presente que estos textos fueron escritos varios siglos después del final de la época vikinga. Por entonces, los pueblos escandinavos se habían convertido al cristianismo. La exageración de las leyendas transmitidas de manera oral y la demonización de las culturas paganas por parte de los cristianos medievales son muy susceptibles de haber alterado los hechos que se narran.


Esta circunstancia se une a la total ausencia de evidencias en tumbas y otras excavaciones arqueológicas. Por estos motivos, la mayoría de historiadores duda de que el Águila de Sangre vikinga fuera real. Además, hay quien sostiene que se han producido interpretaciones erróneas del idioma en las sagas.


Saga Orkneyinga


La primera referencia se encuentra en la Saga Orkneyinga o Saga de los Orcadenses que fuera escrita hacia el año 1200, en ellas se mezclan hechos históricos que tuvieron lugar en las Islas Orcadas, situadas en la actual Escocia y que fueran colonizadas por los vikingos, con relatos mitológicos de la cultura popular escandinava. Este es el principal motivo que invita a pensar a los historiadores que todo se trata de una simple (y sangrienta) fabulación que ayudaba a mantener la despiadada fama de los vikingos.



Pero en uno de sus pasajes se puede leer que, jarl Torf-Einarr, captura al asesino de su padre, el jarl Halfdan Haleg y ordena que le sea aplicado el castigo del Águila de la Sangre.


"A la mañana siguiente encontraron a Halfdan Piernas Largas en la Colina de Rinar. El earl hizo esculpir un águila de sangre sobre su espalda con una espada, y separar todas sus costillas de la columna vertebral, y sacar sus pulmones. Así, se lo ofreció a Odín como una ofrenda por la victoria, y entonces Einarr cantó."


Víctimas del Águila de Sangre


Es bien sabido que los vikingos realizaban sacrificios humanos, aunque sin torturar a las víctimas. Sin embargo, las sagas señalan que, muchas veces por venganza, se practicó este sangriento ritual sobre algunos hombres. Según la leyenda, son los siguientes:



Ælla, rey de Northumbria. Ivar el Deshuesado vengó así la muerte de su padre Ragnar Lodbrok en el año 867.

Edmundo Mártir, rey de Anglia Oriental. Tras ser derrotado por los daneses y por no renegar de su fe cristiana, este monarca fue brutalmente asesinado en el año 870.

Halfdan Haleg, hijo de Harald I de Noruega. También conocido como Halfdan Piernas Largas, este caudillo vikingo sucumbió ante su enemigo Torf-Einarr, a cuyo padre había matado. Esto tuvo lugar en el siglo IX.

Máel Gualae, rey de Munster. Los vikingos derrotaron a este monarca irlandés en 859 y le aplicaron este tormento.

Ælfheah, arzobispo de Canterbury. También conocido como San Alphege, murió en 1012 tras negarse a pagar un cuantioso rescate por su vida.


Hay que recalcar que estos personajes históricos murieron a manos de los vikingos, aunque la versión oficial describe otro tipo de muertes. Por ejemplo, Máel Gualae fue lapidado y Edmundo Mártir fue asaeteado y luego decapitado.


Investigaciones recientes


Ahora, científicos de la Universidad de Keele (Reino Unido) y de la Universidad de Islandia investigaron esta práctica y concluyeron que, si bien no se puede probar definitivamente si el ritual ocurrió realmente, esta desagradable forma de morir parece "anatómicamente posible".


"Nuestro equipo, compuesto por médicos científicos y un historiador, obvió la pregunta habitual sobre si realmente se llevó a cabo el águila de sangre y nos preguntamos si podría haberse hecho. Nuestra respuesta es claramente un sí rotundo" aseguran los científicos.


Se trata de una práctica realizada contra sus enemigos más odiados. Consistía en abrir la espalda de la víctima y separar las costillas de la columna vertebral, antes de extraer los pulmones a través de las heridas resultantes. El "aleteo" final de los pulmones abiertos sobre las costillas extendidas se asemejaba supuestamente al movimiento de las alas de un pájaro, de ahí el nombre de águila.


"Comenzamos volviendo a analizar las descripciones medievales del ritual, revisándolas concienzudamente", explicaba a IFLScience el Luke John Murphy, coautor del estudio y doctor en arqueología en la Universidad de Islandia. "Más tarde repasamos los dos tipos de restricciones a los que se podría haber visto sometida el águila de sangre: los límites del cuerpo humano y los límites del comportamiento humano. Básicamente, "¿se puede hacer esto físicamente?" Y "¿se puede hacer esto socialmente?".


Después de analizar datos históricos y arqueológicos los investigadores respondieron rápidamente a la segunda pregunta: no parecía tan descabellado que los vikingos pudiesen poner en práctica una violenta tortura como ésta, por lo que se pusieron manos a la obra para dar respuesta a la primera cuestión.


Por medio de avanzados programas de software anatómico, este grupo de científicos pudo demostrar que, al menos, en teoría, era posible llevar a cabo este tipo de castigo.


"Anatómicamente hablando, te sorprendería la cantidad de piel que se puede cortar y extraer sin perder una cantidad significativa de sangre", explicaba el Doctor Monte A. Gates, otro de los coautores del estudio. "La espalda es bastante grande y hay muchos vasos sanguíneos que suministran sangre a la piel. Pero estos vasos sanguíneos no son demasiado grandes y la primera fase de un águila de sangre —deshacerse de la piel de la espalda— no mataría necesariamente a la persona por una pérdida de sangre. Si ésta muriese por el shock, eso ya es un asunto diferente ", afirmó Gates. Eso sí, la siguiente fase del águila de sangre, que implicaba abrir el tórax de la víctima para extraerle los pulmones, sí implicaba su muerte inmediata.


"Contrariamente a la sabiduría popular, argumentamos que el águila de sangre pudo hacerse durante la era vikinga. Era físicamente posible y reflejaba una obsesión cultural por demostrar honor y prestigio. Es más, su espectacular brutalidad habría asegurado que todos los que escucharan la historia estuvieran ansiosos por contar todos sus detalles sangrientos, tal y como ocurre actualmente" concluían los investigadores.


Sin embargo, este nuevo estudio publicado en la revista Speculum, hace una aproximación al ritual a partir de un análisis sociocultural de la cultura vikinga y una cuidadosa reevaluación de los nueve relatos medievales del ritual, en consonancia con el uso de un programa informático de modelado anatómico para recrear versiones extremas del águila de sangre, simulando el efecto de cada paso de la tortura en el cuerpo humano. 


El análisis de las fuentes de la época indica que este tipo de ritual no sería necesariamente fuera de lo común y claramente muestra que la cultura vikinga no se limitaba a la hora de exhibir la muerte, además reflejaba una obsesión cultural por demostrar honor y prestigio.



Según los científicos, un tipo concreto de punta de lanza vikinga acabadas en gancho podría haberse utilizado como herramienta para "soltar" hacia afuera rápidamente la caja torácica desde la columna vertebral. Sin embargo, aunque el ritual se realizara con cuidado, la víctima habría muerto muy rápidamente. Por lo tanto, cualquier intento de remodelar las costillas en "alas" o de extraer los pulmones se habría realizado sobre un cadáver y ese último "aleteo" no se habría producido.


El ritual águila de sangre parece haber sido una práctica llevada a cabo sólo en circunstancias excepcionales, concluyen los especialistas.