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La "dama extraordinaria"

 

Julia Pastrana

¿No han escuchado de ella? ¿Alguna anécdota o visto las ilustraciones de la mujer simio, la mujer más fea del mundo, la mujer oso, la mujer puercoespín o el "híbrido maravilloso"?


Julia en Sinaloa, en 1834 en Santiago de Ocoroni, municipio de Leyva, Sinaloa (México). Su madre, una indígena, procuró ocultarla de los curiosos, pues tenía un aspecto muy singular, todo el cuerpo, incluidos cara, manos y pies, cubierto de un grueso y oscuro vello; sus facciones eran simiescas, con doble hilera de dientes y medía sólo 1.37 metros.


Padecía de hipertricosis generalizada congénita, un desorden genético que cubre de pelo la cara y el cuerpo, e hiperplasia gingival, que daba a su boca un aspecto protuberante. 


Para la gente, Julia era sinónimo de pecado, un híbrido, un producto de una relación entre una humana y un orangután. Sus padecimientos provocaban asco, burlas y miedo. Era denigrada. Su físico y su hirsutismo condicionaron su vida. Hasta sus 20 años de edad, fue esclava de servidumbre en la casa del entonces gobernador de Sinaloa (México), Pedro Sánchez; quién la mostraba como en un acto cirquense, en cada reunión que realizaba en su mansión. Allí aprendió a leer, a escribir y otros talentos que luego fue demostrando. 



El gobernador vendió a Julia al administrador de la aduana marítima de Sinaloa, Francisco Sepúlveda, quien vio en ella una mina de oro. Entonces intentó explotarla, convirtiéndola en una atracción de circo.


Pero a Sepúlveda no le funcionó por mucho tiempo, ya que como no hablaba inglés, cuando quiso llevarla a Estados Unidos tuvo que contratar a un traductor. El empleado se llamaba Theodore Lent y resultó más vivo y buen negociante que su jefe.


Theodore comenzó a cortejar a Julia y a los pocos días se casaron. Ahora Lent era el "dueño" de esa mujer, a quien trataban como un objeto. Julia era una atracción circense, obligada a mostrarse, su apariencia física, en conjunto con sus demás talentos, constituían una impresionante fuente de ingresos, tanto, que se fueron de gira por Europa.


A veces, Julia era presentada como una salvaje, pero sorprendía con su prodigiosa voz, tenía timbre mezzosoprano y cantaba ópera; bailaba de una manera admirable y hasta sabía hacer acrobacias montando a caballo.


"La indescriptible mujer simio" o "La mujer oso", atiborraba los lugares de gente que asistía para ver sus presentaciones en ciudades de Polonia, Moscú y Londres. En esta última, le realizaron estudios odontológicos, los cuales se dice, fueron enviados a Charles Darwin, quien incluyó algo del caso de Julia en su obra "The variation of animals and plants under domestication".


Julia era presentada como una mujer-mono, pero sorprendía con su prodigiosa voz, bailaba de una manera admirable y hasta sabía hacer acrobacias montando a caballo. "La mujer más fea del mundo" o "La mujer oso", eran algunos de sus apodos y la gente asistía para ver sus presentaciones en Leipzig, Varsovia, Londres y Moscú. El morbo era tanto, que cuando Julia se embarazó, su esposo vendió entradas para asistir al parto.


El morbo era tanto, que cuando Julia se embarazó, a sus 26 años, su esposo vendió carísimos boletos para asistir al parto. Y para suerte de Lent y de sus ingresos, el hijo de Julia nació en las mismas condiciones que ella, pero el pequeño sólo vivió 36 horas. Días después, Julia también murió, cinco días después, a causa de una fiebre puerperal, el 25 de marzo de 1860 en Moscú, Rusia.


Aún cuando su esposa estaba agonizando, cobraba para que la gente fuera a verla. Desesperado porque se le acababa el negocio, optó por vender los cuerpos al doctor Sokolov, de la Universidad de Moscú, quien los embalsamó y los mostró al público.


Theodore Lent, al poco tiempo, se arrepintió del trato y con su acta de matrimonio reclamó los cuerpos. Otra vez con ellos en su poder, seguía dando presentaciones o los "rentaba" a circos, museos o cualquier evento que le pudiera generar dinero.


Al tiempo, se casó con otra mujer "barbuda" de un circo en Suecia. La nombró: Zeodora Pastrana "la hermana perdida" y fueron de gira los cuatro: dos vivos y dos momificados. Luego de un par de años de rodar por la vasta Europa, Lent es internado en un hospital psiquiátrico donde fallece.


Su ex esposa, Zeodora heredó los derechos para poseer los cuerpos embalsamados, los vendió y madre e hijo anduvieron por años de dueño en dueño, de circo en circo, hasta que fueron olvidados, deteriorados y el niño fue comido por roedores.


En 1990 se supo que el cuerpo de Julia Pastrana se encontraba en el Instituto de Medicina Forense de Oslo, en Noruega. La artista visual Laura Anderson conoció el caso de Julia mientras trabajaba en Nueva York y gracias a ella, comenzó el difícil proceso de repatriación, con trabas, ya que no se tenían actas de nacimiento y defunción, era un caso nuevo para las embajadas.


Anderson siguió luchando hasta que en febrero de 2013, después de 153 años, Julia Pastrana regresó a Sinaloa, donde se le dio sepultura en la Iglesia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago.


Después de 153 años de su muerte, la mexicana Julia Pastrana, quien falleciera en Rusia, regresó a su tierra natal, Sinaloa. La "dama extraordinaria", tal como la bautizaron, podía descansar en paz.